sábado, 15 de noviembre de 2014

GREBALARIAK ASKE !!

El pasado mes de octubre, el sábado 11, Urtzi Martínez y Jon Telleria fueron detenidos para cumplir una pena de prisión de dos años y medio. Los dos jóvenes fueron condenados por un delito de "desordenes públicos". Estos desordenes consistían en realizar unas pintadas en los juzgados de Bilbao durante la jornada de huelga general del 29 de marzo de 2012. A pesar del rechazo a esta desproporcionada condena expresado desde diferentes ámbitos de la sociedad y a pesar del "Aske Gune" organizado como muro de solidaridad que protegiese a los dos jóvenes, un descomunal operativo de la Ertzaintza, con más de 20 furgonetas, llevo a cabo las detenciones, haciéndole el trabajo sucio a un Gobierno que solo persigue la criminalización y la desactivación de las luchas sociales.

Urtzi y Telle formaban parte de la gran mayoría de la clase trabajadora que el día 29 de marzo de 2012 llenó las calles de Euskal Herria para reivindicar un modelo basado en la igualdad y en la justicia social. Se trataba de denunciar el desmantelamiento del Estado Social, los innumerables recortes en Sanidad y Educación y las reformas que precarizaban hasta el extremo el mercado laboral. Se trataba de plantar cara a la dictadura de los mercados, de reivindicar el poder de la ciudadanía y de las clases populares. Se trataba, al fin y al cabo de lucha obrera.

Alrededor de esta jornada se orquestó un gran montaje policial y una desproporcionada petición fiscal que utilizo a los dos jóvenes como cabezas de turco. No se estaba persiguiendo unos supuestos desordenes sino el compromiso y la lucha de quienes creemos que otro modelo socioeconómico, más que posible, es absolutamente necesario. La criminalización de las luchas populares no es algo exclusivo de nuestro entorno. En toda Europa nos enfrentamos al mismo fenómeno, a medida que se intensifica la lucha de la clase trabajadora  represión en contra de estos movimientos da otra vuelta de tuerca.

Los dos huelguistas se van a pasar dos años y medio de su vida encerrados entre los muros de una cárcel por una medida desproporcionada e injusta y, además, con un claro carácter ejemplarizante. No solo se trata de que aguantemos la perdida de derechos sociales o de que asistamos a la imposición de medidas que solo incrementan la ya de por si abismal brecha entre personas ricas y pobres. Se trata de
que lo hagamos, además, calladas, invisibles.

Es imprescindible reivindicarlo una vez más. Solo las luchas nos han traído hasta aquí. A la clase trabajadora nadie le ha regalado nunca nada y cada derecho conquistado ha venido precedido de movilizaciones y jornadas de lucha, de huelgas, de compromiso. El mismo compromiso por el que Urtzi y Telle han sido encarcelados.

Con este golpe represivo no solo se han llevado dos jóvenes más, han puesto en el punto de mira sobre cualquiera que se organice y luche. El sábado si algo quedó claro es que todas somos Urtzi y Telle. Cualquiera de las personas que ese día 29 de marzo saliese a la calle a plantarle cara a este sistema. que fuimos muchas, cualquiera, podía haber sufrido esta caza de brujas.

Las que formamos parte del Askegune de Deusto no pudimos evitar la rabia y la impotencia al ver a Urtzi y Telle, esposados, dentro de un furgón. También una cierta sensación de derrota. Y sin embargo nada más lejos de la realidad. El 11 de octubre volvimos a ganar, demostrando que en esta lucha ningún compañero, ninguna compañera se queda sola. Demostrando que Urtzi y Telle somos cualquiera, somos toda. Y que pensamos mirar cara a cara a la represión, sin doblar nuestras rodillas, sin ceder al terror de su sistema.

Y precisamente por eso, para afianzar la victoria, hay que seguir construyendo askegunes, en donde estudiamos, vivimos o trabajamos. Espacios de libertad, líneas rojas frente a la especulación y la explotación. Firmeza, solidaridad y compromiso frente a quienes piensan que nuestros derechos están en venta.

URTZI TA TELLE LIBRE NAHI DITUGU!
GREBALARIAK ASKE!

                                    Saioa Vera
                                     Arian, nº 140  Azaroa 2014

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